Palabra Clave (La Plata), abril - septiembre 2023, vol. 12, núm. 2, e181. ISSN 1853-9912
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Bibliotecología

Dosier: Debates contemporáneos en torno a las revistas científicas:
miradas latinoamericanas a problemáticas globales

Editar y publicar en una revista universitaria: el caso de la Revista de historia americana y argentina de la Universidad Nacional de Cuyo (1956-2022)

Patricia Barrio

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina
Florencia Rodríguez Vázquez

Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET), Argentina
Andrés Abraham

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo / Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET), Argentina
Lorena Frascali Roux

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina
Cita sugerida: Barrio, P., Rodríguez Vázquez, F., Abraham, A. y Frascali Roux, L. (2023). Editar y publicar en una revista universitaria: el caso de la Revista de historia americana y argentina de la Universidad Nacional de Cuyo (1956-2022). Palabra Clave (La Plata), 12(2), e181. https://doi.org/10.24215/18539912e181

Resumen: En las últimas décadas, los sistemas de evaluación científicos han privilegiado la publicación de artículos en revistas indexadas en bases de datos internacionales y regionales. Esta tendencia generó una multiplicación de revistas científicas de CSyH, que cuentan para su sostenimiento con el apoyo institucional de universidades públicas. A su vez, implicó un desafío de adaptación y actualización en la gestión editorial para aquellas revistas con cierta tradición disciplinar que intentaban insertarse en esos nuevos circuitos académicos. En función de ese contexto, el objetivo de este artículo es analizar la trayectoria de la Revista de historia americana y argentina de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, con vistas a identificar cambios y continuidades en su gestión editorial, orientaciones temáticas y las filiaciones institucionales de sus autores. El análisis demostró que la publicación fue espacio de difusión de las investigaciones de los docentes de la casa de estudios para luego, romper esa tendencia y propiciar la participación de autores de otras instituciones, nacionales y, recientemente, extranjeras. A su vez, las temáticas publicadas dan cuenta de debates y discusiones en la historiografía regional y nacional.

Palabras clave: Revistas universitarias, Gestión editorial académica, Historiografía, Argentina.

Editing and publishing in an universitary scientific journal. The case of the Revista de historia americana y argentina of the Universidad Nacional de Cuyo (1956-2022)

Abstract: In recent decades, scientific evaluation systems have privileged the publication of articles in journals indexed in international and regional databases. This trend generated a multiplication of scientific journals in the social sciences and humanities, which have the institutional support of public universities for their maintenance. In turn, it implied a challenge of adaptation and updating in editorial management for those journals with a certain disciplinary tradition that were trying to insert themselves into these new academic circuits. Based on this context, the objective of this article is to analyze the trajectory of Revista de historia americana y argentina (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo), with a view to identifying changes and continuities in its editorial management, orientations themes and the institutional affiliations of their authors. The analysis showed that the publication was a space for the dissemination of the research of the professors of the house of studies to later break this trend and encourage the participation of authors from other national and, recently, foreign institutions. In turn, the published themes account for trends, debates and discussions in regional and national historiography.

Keywords: University journals, Publishing management, Historiography, Argentina.

1. Introducción

La creciente edición y circulación de revistas de ciencias sociales y humanidades (CSyH) como consecuencia de los cambios tecnológicos suscitados a partir de la década de 1990 en América Latina, en general, y Argentina, en particular, demuestran que este es un dinámico campo, no exento de problemáticas y desafíos referidos a los circuitos de circulación (locales, regionales y trasnacionales), calidad académica y calidad formal, indexación, profesionalización editorial, entre otros. Al respecto, se han identificado algunas regularidades en los derroteros de las publicaciones argentinas de la disciplina.

Beigel & Salatino (2015) destacan el predominio de las universidades nacionales como editoras de las revistas de CSyH, por lo general, asociadas a institutos disciplinares con una fuerte tradición en el espacio académico nacional. Identifican, sobre todo a partir de la década de 1990, asimetrías regionales y la concentración de capacidades de investigación en la zona metropolitana de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A su vez, muchas de las revistas del campo se encuentran indexadas y circulan internacional o regionalmente, aunque parte continúa editándose en papel y con limitaciones de circulación. Ese corpus convive con un gran número de revistas que se mueven dentro del circuito regional (Latindex-Catálogo 2.0, SciELO, RedALyC), además de estar incluidas en repositorios transnacionales (como DOAJ y DIALNET). La decisión de indexar las publicaciones en esas bases o repositorios propició, por un lado, la progresiva profesionalización de los equipos editoriales y, en forma complementaria, la inclinación por el acceso abierto de la comunicación científica en las ciencias sociales y humanas en el país.

En América Latina, las revistas de acceso abierto son editadas, mayoritariamente, por las universidades y gestionadas por docentes, y, eventualmente, junto con equipos de gestión centralizados en las bibliotecas. Un aspecto importante en la consolidación de la edición universitaria es la adopción masiva del Open Journal System (OJS-PKP) para la edición, evaluación y publicación de revistas. Cerca de un 25% de las revistas de la región no cobran cargos por publicar ni por leer (Beigel, Packer, Gallardo & Salatino, 2022).

En forma complementaria, Rozemblum (2014) ha analizado la visibilidad de las revistas científicas argentinas del campo histórico y filosófico. Respecto de estas últimas, señala algunas problemáticas relativas a la superposición temática o la dispersión de información de las publicaciones en las bases de datos –y, en relación con esto último, su escasa representatividad a nivel local, regional e internacional-. Asimismo, llama la atención acerca de que los equipos editoriales entendieron durante mucho tiempo la visibilidad como sinónimo de calidad y restringieron esta última exclusivamente a la inclusión en las bases de datos comerciales o a los emprendimientos regionales. Ello tuvo impacto negativo, en tanto es imposible identificar la calidad de una publicación a partir de un solo indicador. Antes bien, la calidad debe medirse a partir del proceso de revisión por pares y la condición de que éstos sean de prestigio en la disciplina.

Estos aportes alertan, entonces, sobre la interferencia entre dos conceptos emparentados –pero no equivalentes- dentro de la tarea editorial, por un lado, calidad científica, entendida como aquella que a través de la evaluación por pares y la exigencia de originalidad de los trabajos publicados es controlada por “el colegio invisible”; es decir, por grupos de especialistas en una disciplina que evalúan la producción científica y que, además, aportan contribuciones para el crecimiento y sostenimiento de las revistas que difunden los resultados de las investigaciones disciplinares. Por su parte, la calidad editorial está constituida por los elementos formales de la revista, que aseguran las regularidades en la gestión de la revista y por ende no deberían prevalecer, en ninguna instancia de evaluación de las revistas, sobre la "calidad científica". Sin embargo, en las bases de datos más utilizadas en la región los indicadores de gestión y formales son los más requeridos, mientras que los menos solicitados son los de impacto y prestigio (Rozemblum, Unzurrunzaga, Banzato & Pucacco, 2015).

Cómo se adaptó una tradicional revista disciplinar (de historia), editada desde mediados del siglo XX, a ese cambiante contexto editorial y académico es uno de los interrogantes que motorizó este artículo. A su vez, interesa aquí dar cuenta de los desafíos que representa posicionarse y mantenerse en el sistema de indexación regional y trasnacional.

En particular, los abordajes sobre publicaciones seriadas referidas a la historia, editadas en Argentina, cuentan con valiosos antecedentes. Recientemente, se ha prestado progresiva atención a los análisis sobre patrimonio hemerográfico en tanto que ello favorece una puesta en valor de publicaciones que resultan testimonio de procesos y debates, así como también emergentes de los contextos e instituciones en las que fueron creadas y de las disciplinas en torno a las cuales desenvolvieron su labor (Djendjerdjian, 2022). Asimismo, en lo que respecta a las revistas del campo académico de la historia, las indagaciones han tenido como ejes su articulación como objetos culturales propios del mundo de los historiadores, su relación con la consolidación institucional de la disciplina, su contribución al estado general de la producción historiográfica, así como la intersección con las vicisitudes de la vida universitaria (Cattaruzza, 2021). Si bien las universidades públicas argentinas han sido el espacio privilegiado para el sostenimiento institucional de numerosas publicaciones de la disciplina (Rozemblum, 2014), también las academias de historia, de cuño nacional y provincial, han jugado un rol importante en la difusión del conocimiento especializado, pero en forma muy minoritaria y con otras lógicas de funcionamiento. No obstante, estos señalamientos se desprenden ciertas dificultades para dar continuidad a estos proyectos editoriales.

En función de estos debates académicos, en este artículo se propone un primer acercamiento al derrotero de la Revista de historia americana y argentina (en adelante RHAA), de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo (FFyL UNCuyo), desde su primer número (1956-1957) hasta la actualidad. El tratamiento reviste interés puesto que, junto con el Boletín de historia argentina y americana del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (Universidad de Buenos Aires), es una de las publicaciones de la disciplina más longevas en el país (Beigel & Salatino, 2015).

2. Metodología

En esta primera aproximación se presenta una periodización en tres etapas, a partir de algunos indicadores como la procedencia institucional de los autores, las temáticas de los artículos, la conformación de los equipos editoriales, la periodicidad, entre otros. A su vez, se presta atención a las transformaciones operadas en la publicación con vistas a su adecuación a los requerimientos de edición e indexación a nivel nacional e internacional. Estos indicadores permiten dar cuenta de la progresiva inserción de la publicación en el contexto disciplinar y universitario en diversas etapas, así como el alto grado de heterogeneidad en cada una de ellas. Asimismo, es posible conocer los desafíos y respuestas editoriales a escenarios cambiantes; así como los cambios y continuidades en ese devenir.

Inicialmente, se relevaron los índices publicados entre 1956 y 2022. Desde los números 1-2 (correspondientes al bienio 1956-1957) hasta el volumen 57, número 2 del segundo semestre de 2022, se han publicado 49 ejemplares con 355 artículos científicos (sin contar las notas, reseñas, fuentes, conmemoraciones, presentaciones de dossier, entrevistas, crónicas, in memoriam), correspondientes a 381 autores. Para este recuento no ha tenido en cuenta los autores que publicaron en dos oportunidades, lo que suman 6 casos.

De ese corpus se seleccionaron y sistematizaron los artículos científicos a partir de las orientaciones temáticas referidas exclusivamente a artículos de historia americana y argentina, para lo cual se privilegian tópicos clásicos que aporten un panorama general de los principales lineamientos (historia de las ideas; política / institucional; económica; social e historiografía). No se consideraron los artículos de historia universal, noticias, comentarios, notas, reseñas bibliográficas ni las fuentes publicadas puesto que representan un porcentaje minoritario respecto del total de las publicaciones.

Pero, se prevé en futuros abordajes afinar la clasificación temática con vistas a reflexionar sobre la producción historiográfica de la revista,1 y su inserción de la revista en los debates académicos. En forma complementaria, se prestó atención a los equipos directivos y editoriales, para establecer posibles correlaciones entre el grado de profesionalización editorial y las respuestas a los requerimientos de los sistemas de indexación. Se completa el estudio con entrevistas abiertas realizadas a ex directoras del Instituto de Historia Americana y Argentina (y por tanto, también de la revista) y a autoridades de la FFyL UNCuyo.

3. Resultados y discusión

3.1. Una breve contextualización institucional

La RHAA ha acompañado en buena parte el derrotero institucional, junto a otras publicaciones de largo aliento de esa casa de altos estudios.2 Desde su origen en 1956 y hasta 1996 estuvo asociada al Instituto de Historia de la FFyL UNCuyo.3 La labor de estos centros académicos fue fundamental tanto para la formación en clave humanista (surgida del mandato fundacional de la casa de estudios) como para la formación científica en vistas a las tareas de investigación y la docencia (Consejo Asesor, 2015; Cueto, 2017).

En el marco de la profusa labor de dicho Instituto y de las cátedras de la Facultad, en sus primeros lustros de vida se impulsaron también otras publicaciones: Anales del Instituto de Investigaciones Históricas (1941-1950), Revista de historia (1949), Cuadernos de historia (1949), Boletín informativo del Instituto de Historia y disciplinas auxiliares (1951), Revista de estudios hispánicos (1954) (Páramo, 1995-1996).4 Va de suyo resaltar que de esa nómina solo se encuentra vigente actualmente la RHAA. Por su parte, en 1997 se organizó el Instituto de Historia Americana y Argentina,5 y la revista pasó a depender de este último. Desde entonces, confluyen en él proyectos de investigación financiados por la UNCuyo y actualmente sus integrantes son mayoritariamente los profesores, profesores adscriptos, ayudantes y alumnos de las carreras de historia de la facultad. También hay investigadores adscriptos, procedentes de otras instituciones científicas o de otras unidades académicas de la UNCuyo que participan en proyectos radicados en el Instituto.6

La revista fue fundada y dirigida desde 1956 y hasta 1992 por Edberto Oscar Acevedo,7 excepto entre 1976 y 1978 que estuvo bajo la responsabilidad de Jorge Comadrán Ruiz debido a una estadía académica en España de Acevedo. Entre 1993 y 1998 su directora fue Martha Páramo de Isleño; y en el ciclo 2000 y 2015, Liliana Ferraro,8 quien fue sucedida, entre 2016 y 2019, por Noemí Bistué. Desde 2020 ocupa ese rol Patricia Barrio. Su orientación temática y el objetivo editorial se han circunscripto a “… debatir y responder a interrogantes… sobre el quehacer histórico latinoamericano… [así como también enriquecer] la labor historiográfica, permitir su difusión y el diálogo entre principios contrapuestos, y abrir interrogantes sobre nuestra identidad nacional y americana” (Ferraro, 2006, p. 5).

Desde sus inicios, la difusión de la revista se realizó través del canje con publicaciones de diferentes universidades nacionales y extranjeras. Esta fue una política iniciada por Acevedo que se institucionalizó en el tiempo y se prolongó hasta que la pandemia no permitió la edición en papel.

Estos datos generales, sin embargo, no dan cuenta de las transformaciones operadas respecto de los temas, el formato, la periodicidad, la evaluación y la edición de la revista a lo largo de su trayectoria. Estas modificaciones estuvieron impulsadas por la evolución de la teoría y práctica historiográfica, por los avatares político-institucionales y económicos nacionales -y universitarios- e igualmente por los cambios operados en las direcciones de la revista. Asimismo, incidieron en tal proceso los revolucionarios cambios de la tecnología, la globalización y los sistemas de indización, estos tres últimos factores ocurridos desde fines del siglo pasado. Se presenta a continuación un esbozo de periodización a partir de los indicadores señalados.

3.2. Primera etapa: los orígenes y la inserción de la revista en el espacio cultural y académico (1956-1971)

Un primer ciclo en la evolución de la RHAA se puede establecer entre su fundación en 1956 y el año 1971. Durante ese lapso la revista se publicó bianualmente y cada ejemplar reunió dos números; es decir se publicaron ocho ejemplares: desde el 1-2 (1956-1957) hasta el 15-16 (1970-1971), con un promedio de 4,5 artículos científicos por año. El Comité Editor estaba integrado por docentes e investigadores de la FFYL. Sus secciones fueron “Historia Americana”, “Historia Argentina”, “Historia General”, Secciones Bibliográfica y Documental. La existencia de la sección “Artículos de Historia General” se debió a que la Revista de historia universal recién se organizó en 1988. La publicación mantuvo el mismo formato y tamaño (27 cm de largo por 18 cm de ancho), con una edición de calidad a cargo de la reconocida empresa editora mendocina D’Accurzio,9 entre 1956 y 1961, seguida por los Talleres Gráficos de Víctor Hugo Fasanella, para el período 1962-1967, y por la Imprenta Oficial de la provincia hasta 1971.

Esta primera edición se inscribe en un ciclo de expansión de las revistas de humanidades en Argentina (1940 y 1970) (Salatino, 2019). En esa etapa (56-71), sobre 62 artículos, 28 fueron escritos por profesores de la FFYL (48,1%), con predominio del director de la revista.10 El resto de los trabajos (54,9%) era de autores de otras instituciones provinciales, nacionales y extranjeras con la siguiente distribución: 5, pertenecían a otras facultades de la UNCuyo; 24 eran de otras instituciones nacionales y 6, extranjeros. En total fueron 35 (Gráfico 1).

Tales cifras permiten colegir que la revista estaba inserta en un espacio de discusión y circulación historiográfico/académico más amplio, apuntalado por un nutrido sistema de canje con bibliotecas y universidades nacionales y extranjeras -ya mencionado- que dio lugar a intercambios; así como por otra red de vínculos profesionales que se entabló desde el Instituto, a partir del recorrido académico de Acevedo. En efecto, en este periodo fueron muy importantes las relaciones entabladas con la Universidad de Sevilla y la Universidad Complutense de Madrid.11

Gráfico 1
Pertenencia institucional de autorías RHAA (1956-2022).
Pertenencia institucional de autorías RHAA (1956-2022).
Fuente: elaboración propia sobre la base de índices RHAA recuperados de https://bdigital.uncu.edu.ar/app/navegador/?idobjeto=7111 (1956-1981, 2002-2019), Biblioteca Instituto de Historia Americana y Argentina (1982-1998), https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/issue/archive (2014-2022). Nota: a partir de 2012 se editan dos números por año (volumen).

Respecto de las temáticas, predominan los artículos de historia política institucional (Gráfico 2) y, dentro de este agrupamiento sobresalen los de la etapa independiente tanto nacional como regional, los cuales reúnen la mitad de los trabajos. Por otra parte, los aportes de historia colonial, sobre todo de América, provienen de historiadores extranjeros como Silvio Zavala, Ernesto De la Torre Villar, Demetrio Ramos Pérez, Fernando Camos Harriet y Ricardo Donoso, lo cual confirma la inicial inserción de la revista en el circuito americanista. Otro dato interesante es que varios artículos están referidos a comentarios biográficos sobre personajes históricos destacados.

Asimismo, corresponde señalar que conforme a algunos testimonios recabados, por entonces la revista contó con la colaboración de alumnos e investigadores en formación en las tareas editoriales -tipeado a máquina, revisión de manuscritos, correspondencia con centros de canje, etc.- e igualmente se registra su participación mediante la redacción de notas y/o reseñas, transcripción de fuentes o elaboración de índices temáticos.12 De ello se desprende cierta vocación sui generis para la conformación de los equipos editoriales.

Gráfico 2
Principales líneas temáticas de la RHAA (porcentual).
Principales líneas temáticas de la RHAA (porcentual).
Fuente: elaboración propia sobre la base de índices RHAA disponibles https://bdigital.uncu.edu.ar/app/navegador/?idobjeto=7111 (1956-1981, 2002-2019), Biblioteca del Instituto de Historia Americana y Argentina (1982-1998), https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/issue/archive (2014-2022).

3.3. Segunda etapa: crisis y resurgimiento de la revista con profesores de la Facultad (1972-1998)

La difícil situación institucional y política argentina de los años setenta tuvo un fuerte impacto en la universidad y sus claustros. En el caso de la revista analizada, perdió no solo variedad temática y número de artículos sino, también, su periodicidad. En efecto, entre 1972 y 1980 se editaron solo dos números, con un promedio de 1,2 artículos por año. Los números 17-18 se publicaron en 1978 (correspondían al período 1972-1977) con solo cuatro artículos sobre historia de Mendoza y la región de Cuyo, con las autorías del director y de integrantes del equipo editorial, y sin división en secciones. Esta última se restableció en el siguiente ejemplar, números 19-20, del bienio 1978-1980, con seis artículos.

A este primer momento de debilitamiento editorial le siguió otro de recuperación de la revista, que se corrobora por dos indicadores: el aumento de la cantidad de artículos publicados -con un promedio de 5 artículos por año-,13 y el restablecimiento de su periodicidad. Asimismo, en algunos números se agregó la sección “Artículos de historia regional”, en correspondencia con el mayor interés que generaban discusiones matizadas, que identificara singularidades frente a una historia nacional totalizante (Bandieri, 2018).

En 1993 asumió como directora de la revista Martha Páramo de Isleño,14 y con ella técnicamente comenzó una “Segunda Época” de la revista.15 En 1997, por resolución del Consejo de la FFYL, la Sección de Historia Americana y Argentina del Instituto de Historia pasó a constituirse en Instituto; y en ese mismo año la revista se convirtió en anual con el número 37, un cambio importante que implicó un esfuerzo mayor para garantizar esa periodicidad, aunque mantuvo las características ya apuntadas.

Más allá de las dos sub-etapas mencionadas, dos rasgos dan unidad a este segundo momento. El primero es que, a diferencia del periodo anterior, los autores fueron casi exclusivamente integrantes de la FFYL. En efecto, de 45 autores (que escribieron 83 artículos), 37 (82%) fueron de esa casa, mientras que solo 5 pertenecían a otras instituciones provinciales y 3 a nacionales (Gráfico 1). Esta decisión editorial habría respondido a una concepción de las revistas académicas como un espacio prevalente de discusión y de difusión de las investigaciones realizadas en el propio Instituto tanto por profesores como, también, por jóvenes docentes que se iniciaban o continuaban en la práctica investigativa mediante su participación en los proyectos financiados por la universidad.

¿Qué factores explican el aumento del número de docentes de la FFYL que publicaron en la revista? Esto se debió a dos procesos relacionados, uno de política universitaria nacional y otro de escala local. Respecto del primero, luego del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), operó un cambio en la política universitaria que comenzó con la normalización de las universidades mediante el llamado a concursos para efectivizar los cargos docentes. En esta instancia, la investigación era uno de los aspectos contemplados en los antecedentes de los participantes. De modo tal que las unidades académicas organizaron nuevos estudios de posgrado (maestrías y doctorados); la UNCuyo amplió el número y los montos de financiación de los proyectos y, por último, el Ministerio de Cultura y Educación implementó, a partir de 1993, el sistema de incentivos a los profesores que se dedicaran a la ciencia (Sarthou & Araya, 2015).

El segundo factor fue un proceso que se dio en la misma FFYL. En 1997 se reformaron los planes de estudio para adecuarlos a la nueva Ley Federal de Educación, lo que generó nuevos espacios curriculares y, consecuentemente, un aumento de los docentes-investigadores. Luego, en 2002, se realizó otra modificación de planes porque el título que otorgaba esta universidad no habilitaba a los egresados de la FFYL a ejercer la docencia universitaria. En esa coyuntura, se crearon ocho orientaciones nuevas en la licenciatura y, consecuentemente, una mayor demanda de profesores.16

Esto repercutió en la RHAA mediante una mayor publicación de artículos de historia argentina y regional (de Mendoza). Así, la revista se convirtió en espacio de difusión de las investigaciones realizadas por integrantes del instituto. A su vez, se registran filiaciones de instituciones vinculadas con la facultad como, por ejemplo, el Archivo General de la Provincia de Mendoza y en terciarios provinciales donde trabajaban profesores de historia egresados de la facultad. Es probable, además, que este proyecto editorial oficiara como un medio para posicionar la disciplina histórica en el seno de la facultad y la universidad, como señala Salatino (2019) para otras revistas de CSyH, pero las fuentes consultadas aún no aportan certezas sólidas sobre este aspecto.

El otro cambio fue la diversificación de temas abordados, con una caída de la participación de los temas político-institucionales. En efecto, los trabajos de historia social fueron los más numerosos y también se destaca el aumento de los referidos a historia de las ideas. Esta tendencia habría estado influida por los programas de estudio del profesorado y licenciatura de historia en la Facultad, con una marcada orientación a la historia de las ideas. Asimismo, se ampliaron las escalas temporales y aparecieron artículos de prácticamente todos los periodos y estudios sobre el siglo veinte; excepto los artículos sobre historia económica que continuaron vinculados al siglo XIX.

En segundo lugar, se modificaron aspectos formales: se redujo su tamaño (21,5 cm de largo por 17 cm. de ancho) y la edición e impresión perdió calidad debido a que este trabajo recayó en la novel “Dirección de Impresiones de la Facultad de Filosofía y Letras”. La misma editaba numerosas publicaciones, sin los recursos técnicos ni humanos suficientes para hacer frente a la creciente demanda, lo que afectó también a las publicaciones científicas periódicas.

El último número de este periodo fue el 38 (1998). Durante los tres años siguientes, la revista no se publicó y perdió su periodicidad. Este hiato temporal se debió a las dificultades de la editorial para cumplir en tiempo y forma con la impresión de las publicaciones periódica,17 en un contexto de sobrecarga de trabajo y problemas presupuestarios.

3.4. Tercera etapa: la transformación revistas científicas y sistematización de los criterios editoriales

La revista reapareció con el número 39 en 2002 con la denominación de “Tercera Época”. Si bien en el arranque no se cumplió estrictamente con la periodicidad,18 lo que da unidad a la etapa actual fueron las progresivas modificaciones editoriales. En efecto, como es sabido, desde los años noventa las evaluaciones de instituciones e investigadores académicos en CSYH priorizan los papers por sobre otras formas de producción de conocimiento (Bekerman, 2016). Tal situación dio lugar a una creciente inquietud de investigadores por publicar sus resultados en diferentes revistas científicas, lo que dio nuevo ímpetu y dinamismo al circuito editorial de las revistas especializadas.

En forma complementaria a ese proceso, entre fines de los años noventa y principios de la década siguiente, el CAICYT-CONICET,19 adhirió a Latindex,20 y en 2000 comenzó el proceso de evaluación y catalogación de las revistas científicas para incorporarlas al catálogo de esa red. Esto impulsó que los equipos editoriales adaptaran sus publicaciones a nuevos criterios de edición y calidad (evaluación de los artículos, directrices formales, normas de estilo, etc.), para poder ingresar y permanecer en esta y otras bases.

Entre 2005 y 2006, Argentina se incorporó a la biblioteca electrónica SciELO, novedad que permitió la ampliación tanto del público lector como de oferentes de artículos lo que generó un nuevo dinamismo a las publicaciones, siguiendo las tendencias de difusión pública del conocimiento y marcando una distinción respecto de la práctica predominante del circuito académico nacional de las ciencias humanas y sociales, que se nutría principalmente de revistas editadas en papel (Beigel & Salatino, 2015). Este proceso se reforzó con la adhesión a la política de acceso abierto, tal como propicia la Declaración de San Francisco sobre Evaluación de la Investigación (DORA, del año 2012), que ha permitido, además, una mayor visibilidad de las revistas desde diversas latitudes, decisiones editoriales que, en definitiva, tuvieron que ver con un intento de ampliar la circulación para la publicación. Posteriormente surgieron numerosos sistemas de indizaciones y directorios sobre contenidos científicos (Beigel & Salatino, 2015) para la difusión de información científica en internet.21

Atenta a esa tendencia, en los últimos veinte años (2002-2022) desde la RHAA se puso en marcha un proceso de actualización de criterios editoriales y aggiornamento de las dinámicas de evaluación de las contribuciones aceptadas, de acuerdo con los índices de calidad promovidos desde diferentes centros académicos y sistemas de indexación internacionales. Como consecuencia, en 2002 fue aceptada en el Directorio de Latindex; en 2011, la edición impresa se complementó con la digital debido a la incorporación de la revista a la red SciELO y al año siguiente entró al Núcleo Básico de Revistas Científicas (CAICYT-CONICET) y pasó al nivel “Catálogo” en Latindex.

Para ello se realizaron cambios formales y procedimentales en la revista. El primero, desde el nº 39 (2002), fue que los artículos comenzaron a evaluarse, primero por un solo réferi anónimo, y, luego por el sistema doble ciego, considerado un elemento clave para definir la calidad de una publicación. También se inició un trabajo de difusión para atraer a potenciales investigadores que no fueran de la institución, con el objetivo editorial de evitar la “endogamia” institucional, considerada desde entonces como un riesgo para la evaluación imparcial de los textos científicos.

Esto suponía un cambio sustancial en la concepción que se tenía de la revista durante el período anterior: de una que presentaba al público académico los resultados de las investigaciones que se producían desde el Instituto a otra que difundía iguales resultados, pero de otras instituciones nacionales e internacionales evaluados anónimamente. A partir de ese año, también se comenzaron a difundir junto a cada número las normas editoriales de la publicación, lo que significaría un avance notorio para la estandarización de la presentación formal de los artículos y reseñas.

Otro cambio importante fue que la revista se convirtió en semestral. Para que no perdiera la sucesión numérica se decidió que después del último número anual, 45 de 2010, el siguiente pasara a denominarse vol. 46 nº 1 (primer semestre) y vol. 46 nº 2 (segundo semestre). En 2012, la novel secretaria del Instituto, Lorena Frascali Roux hizo el curso-taller virtual para subir la revista a la Red SciELO lo que facilitó y profesionalizó la tarea sin recurrir a contrataciones por fuera de la facultad. Con posterioridad, la revista fue aceptada en otros portales, los cuales posibilitaron el acceso a los artículos a texto completo, y dinamizaron el ofrecimiento de papers a la revista.22

Durante estos veinte años, se publicaron 191 artículos de 191 autores diferentes: 140 de otras instituciones nacionales (73,3%), 26 de la FFyL (13,6%), 21 extranjeros (11%), 3 de otras instituciones provinciales (1,6%) y 1 de otra facultad de la UNCuyo (0,5%) (gráfico 1). No obstante, se registra una evolución: mientras la revista fue anual y se editó solo en papel, entre 2002 y 2010, el promedio de artículos por año fue de 4,3 (debido también a las discontinuidades señaladas). A partir de 2011, la entrada de la revista a la Red SciELO y la decisión de convertir la publicación en semestral, llevó ese promedio a 9,4 artículos por año. Otro cambio interesante es que entre 2015 y 2022 cayó abruptamente el número de autores de la casa de estudios (solo publicaron 3) y se concentró la participación de los extranjeros de este periodo (23). Este análisis confirma el éxito de “abrir” la publicación y priorizar la difusión de los resultados de otras unidades académicas, en respuesta a los requerimientos actuales de evaluación e indexación que han hecho posible el reconocimiento de la RHAA en el espacio académico nacional y regional (latinoamericano). Lo cual tiene que ver, también, con el mencionado rol de las universidades nacionales para el desarrollo de los institutos de ciencias humanas y sociales (Beigel, Gallardo & Bekerman, 2018). Paulatinamente, la revista dejó de ser un espacio prioritario de publicación para miembros de la FFYL, como consecuencia de las instancias evaluativas de ciencia y técnica que caracterizan como endogámica esa práctica y califican favorablemente la publicación en proyectos editoriales distintos.

Colaboró en este proceso el acompañamiento institucional a la gestión editorial de calidad y profesionalizada: por un lado, la creación de Área de Revistas Científicas y Académicas (ARCA) en 2017 en la FFYL. Casi en simultáneo, tuvo lugar la implementación de la página de la revista con el sistema de OJS (Open Journal System) por parte de la Biblioteca Central de la UNCuyo.23 Por su parte, los artículos tienen actualmente DOI (Digital Object Identifier), avance financiado por la UNCuyo desde 2021, lo que ha sido un verdadero logro tras numerosas solicitudes de los equipos editoriales de las diversas unidades académicas, aunque provisorio en el marco de los recurrentes problemas presupuestarios y los cambios de gestión de la universidad.

Como resultado de este proceso, y a partir de la labor conjunta entre el equipo editorial y ARCA, actualmente la revista forma parte de veinte bases de datos científicas nacionales, latinoamericanas y europeas, entre ellas DIALNET y DOAJ, y adhiere a DORA sobre evaluación de la investigación. Asimismo, se ha logrado la incorporación de la revista a BIBLAT, portal especializado en la generación de frecuencias e indicadores bibliométricos de las bases de datos CLASE (portal de citas de indicadores relacionados con revistas científicas asentado en México, con alcance para todo el mundo hispanohablante) e igualmente se ingresó al portal Index Copernicus-ICI World of Journals, base de datos global que rankea las revistas científicas en términos de uso de prácticas editoriales transparentes.

Respecto de los aspectos formales, la revista continuó con el mismo tamaño y la tradicional tapa del mapa de América, aunque con diferentes diseños (Figura 1), hasta que, en 2019, la profesional de ARCA, Clara Muñiz, la cambió por otra con una estética más actual (Figura 2). Asimismo, se incorporó una plantilla con el diseño de los artículos y estrictas normas editoriales que deben ser respetadas por los autores, antes de iniciar la evaluación de contenido. Desde 2020, con el inicio de la pandemia, se dejó de publicar en papel, cuestión que está pendiente de resolución.

Figura 1
Tapas de la Revista de historia americana y argentina.
Tapas de la Revista de historia americana y argentina.

(Arriba: primer y segunda época: años 1958/59, 1978/79 y 1997. Abajo: tercera época, años 2002, 2005 y 2018).

Fuente: Archivo del Instituto de Historia Americana y Argentina (FFyL-UNCuyo).

Cabe señalar que la estructura interna de la propia revista se ha renovado en esta última etapa: se han reunido los artículos de historia americana y argentina bajo un mismo título y, por otro lado, aparecen dossiers temáticos dirigidos por investigadores de distintas unidades académicas, del país y el extranjero. En ciertas oportunidades, se ha invitado a investigadores destacados para que contribuyan a la revista con un artículo de su especialidad. Todo esto implicó un giro copernicano en la forma de concebir la razón de ser de la publicación e igualmente el alcance geográfico buscado para las contribuciones que a ella se remiten.

Figura 2
Presentación y logotipo actual de la revista.
Presentación y logotipo actual de la revista.
Fuente: sitio web de la revista: https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/index

Sin duda, esta última transformación propició la publicación de un abanico de temáticas que exceden los lineamientos historiográficos clásicos y dan cuenta de abordajes interrelacionados y, eventualmente, interdisciplinarios. A su vez, se reflejan los aportes de la microhistoria, la historia local/regional, así como aquellos escritos en clave comparativa. Va de suyo que estas tendencias exceden la clasificación propuesta inicialmente en este artículo, pero ello no obsta a que esta última permita dar cuenta de las principales tendencias temáticas que han sido objeto de interés en la revista.

A modo de balance y desafíos pendientes

A pesar de sus momentos de crisis, la RHAA ha logrado continuidad en estos sesenta y cinco años de vida, caracterizándose por la pertinencia temática disciplinar de su contenido, la historia, así como también por el número y la diversificación de los trabajos publicados (Gráfico 3). En ese camino, la publicación se transformó de acuerdo con los sucesivos contextos y modelos académicos, e igualmente en línea con las nuevas formas de producción científica, siendo clave la reconfiguración operada por las exigencias de indexaciones y registros en bases de acceso abierto, latinoamericanas y europeas. La atención a estas tendencias logró posicionar a la revista dentro del espectro de publicaciones sobre temas de historia americana y argentina.

En la misma línea debe interpretarse el paulatino perfeccionamiento del proceso de evaluación de las contribuciones, iniciado a partir de 2002, tal como se ha advertido. Corresponde destacar aquí la adopción del sistema “doble ciego” que, como es sabido, implica la remisión de un texto propuesto al Comité Editorial a expertos que desconocen la autoría de la obra para que manifiesten, mediante dictámenes sólidamente argumentados –también anónimos-, la relevancia académica de la misma, o bien señalen errores formales u otras falencias o carencias. En esta modalidad de evaluación –de amplio uso en los journals científicos a nivel global- radica un aspecto clave del salto de calidad alcanzado por la RHAA, que ha retroalimentado la extensión del alcance y su visibilidad en los repositorios nacionales e internacionalees.24 Dicha labor resulta aún más destacable si se tiene en cuenta que las evaluaciones se realizan a voluntad de los expertos convocados –ad honorem-, quienes dedican un tiempo “extra”, que sustraen de sus apretadas agendas de trabajo.

Gráfico 3
Artículos científicos sobre el total de contribuciones*.
Artículos científicos sobre el total de contribuciones*.
Fuente: elaboración propia sobre la base de índices RHAA recuperados de https://bdigital.uncu.edu.ar/app/navegador/?idobjeto=7111 (1956-1981, 2002-2019), Biblioteca del Instituto de Historia Americana y Argentina (1982-1998), https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/issue/archive (2014-2022). * Se distinguen aquí los artículos científicos (research articles) de otro tipo de trabajos (notas, colaboraciones especiales, reseñas bibliográficas, reportes de investigación, índices de revistas, etc.).25

Respecto de la conformación de los equipos editoriales (Tabla 1), se advierte un progresivo proceso de división del trabajo, que acompaña la trayectoria de profesionalización y adecuación de la revista a los requerimientos de la gestión editorial y la indización de alcance internacional. Durante los años iniciales de funcionamiento de la revista los roles asignados descansaban en el área de especialización de cada docente dentro del Instituto. En este período se registra la colaboración de asistentes de investigación (alumnos avanzados y graduados recientes) que es probable que participaran en alguna etapa de edición de la revista. Asimismo, los editores de la revista eran miembros del Instituto, aunque es importante aclarar que ese rol no era formalmente definido por la revista.

Esta tradición se modificó en el siglo en curso, cuando se registra una política continua de asignación de funciones para intentar cubrir las demandas de la gestión editorial, cuya variedad de tareas y experticia requiere cada vez mayor formación y especialización. Si bien este es un objetivo aún en curso y sobre el cual queda aún bastante por avanzar, se introdujeron algunas modificaciones de modo permanente.

Tabla 1
Conformación equipos editoriales RHAA (1956-2022).
Conformación equipos editoriales RHAA (1956-2022).
Fuente: elaboración propia sobre la base de RHAA disponibles https://bdigital.uncu.edu.ar/app/navegador/?idobjeto=7111 (1956-1981, 2002-2019), Biblioteca del Instituto de Historia Americana y Argentina (1982-1998), https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/issue/archive (2014-2022).

Quedan, sin embargo, numerosos desafíos. Primeramente, para reforzar la circulación internacional de la revista, es necesario fortalecer las autorías extranjeras en otros idiomas sobre todo en el espacio académico latinoamericano. En relación con esto último, interesa en especial llegar al mundo de habla portuguesa (Brasil), pero esto supone solucionar algunos escollos como la búsqueda de evaluadores pertinentes, la falta de personal en el equipo editorial que pueda realizar la revisión de estilo en otros idiomas y la colaboración de traductores o docentes de idiomas que permitan dar lugar a autores y lectores de esa procedencia. En esta línea resulta importante la profesionalización del equipo editorial en materia de edición digital de revistas, indización y manejo del sistema OJS. Se considera nodal este aspecto, sobre todo a partir de lo señalado en recientes estudios acerca de las bases de datos que prevalecen en Argentina (Redalyc, Scopus, SciELO, Latindex) los indicadores de gestión y formales son los más requeridos, mientras que los menos solicitados son los de impacto y prestigio (Rozemblum, Unzurrunzaga, Banzato & Pucacco, 2015)

La política de ingreso a bases de datos, portales, directorios e indizaciones debe continuar y apuntalarse. Ello implica un trabajo especializado que obliga a introducir cambios para adaptarse a requerimientos que algunas veces son de difícil cumplimiento en las condiciones en las que se desenvuelve la labor de los equipos y del comité asesor que llevan adelante la publicación.

Respecto de aspectos técnicos, tal como se adelantó falta digitalizar parte de la colección de la revista y subirla en la página de OJS (o bien completar la colección en página de la Biblioteca Digital del Sistema Integrado de Documentación, dependiente de la UNCuyo). Asimismo, resulta fundamental dar continuidad a la política de asignación del DOI (cuyo pago se realiza en dólares), requisito clave para poder impulsar la visibilidad de los textos publicados y mantener estándares de las bases de datos. Esto último, al igual que la actualización del software OJS y el mantenimiento del sitio web y del reservorio digital que preserva las publicaciones desde su edición online (en el marco de los sistemas PKP Preservation Network, LOCKSS y CLOCKSS), depende de la erogación en tiempo y forma de los recursos financieros aportados por la universidad. Esto demuestra que sigue siendo indispensable el acompañamiento de las universidades nacionales y de todo el sistema de publicaciones científicas para sostener y profundizar el proceso de crecimiento editorial de las revistas de ciencias humanas y sociales.

Referencias

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Notas

1 El análisis se puede complejizar con una clasificación que desagregue los temas generales y la inclusión de otras variables teórico-metodológicas y espacio-temporales.
2 Varias de las publicaciones históricas están digitalizadas y disponibles para su lectura y descarga gratuita en el sitio web de Biblioteca Digital de la UNCuyo.
3 Entre 1947 y 1954 el Instituto de Historia y Disciplinas Auxiliares incluía las secciones de Historia Universal, Historia Americana y Argentina, y de Estudios Geográficos. La existencia de este último espacio se debía a la doble titulación de los egresados: profesores de historia y geografía. A partir de 1955, las carreras se separaron. Además, los Institutos incluían entre sus objetivos la colaboración con las cátedras en el aspecto práctico de la enseñanza y la preparación de materiales de trabajo (entre otras formas, desde la promoción de revistas) relacionados con las disciplinas respectivas. Solo en la década de 1970 aparecieron los departamentos especializados en la docencia y los institutos, en investigación (Zamorano, 1987). De este proceso surge que la RHAA vio la luz en forma simultánea a la especialización disciplinar de la historia en la facultad, a la vez que lo retroalimentó.
4 A estas revistas hay que sumarle el Boletín de estudios geográficos, publicado desde 1948 por la Sección de Estudios Geográficos del Instituto hasta su separación en 1955.
5 Bajo dependencia del Instituto se radicaron luego el Centro Interdisciplinario de Estudios Regionales (CEIDER), creado diciembre de 1987 (aún activo) y el Centro de Investigaciones en Historia Americana Contemporánea (CIHAC), que cerró en 2016.
6 La plantilla actual puede consultarse en https://ffyl.uncuyo.edu.ar/upload/ihaa-integrantes.pdf
7 La trayectoria del Dr. Acevedo puede consultarse en Bistué (2016).
8 Respecto de los directores de la revista hasta 2015, amén de su condición de graduados y docentes de la FFYL de la UNCuyo, corresponde señalar su vinculación con entidades académicas de historiadores del medio nacional o local, que retroalimentaron sus vínculos profesionales y enriquecieron la labor que llevaban adelante en la RHAA. Acevedo y Comadrán Ruiz fueron miembros de número de la Academia Nacional de la Historia (el primero entró en 1973 -con sitial número 6-y el segundo lo hizo en 1991, con sitial número 13). Martha Páramo era miembro correspondiente de esa institución nacional, y con Liliana Ferraro ocuparon cargos directivos en la Junta de Estudios Históricos de Mendoza.
9 La imprenta y sello editorial fundados por el italiano Gildo D´Accurzio fueron responsables de la impresión de publicaciones de distintos institutos de la FFYL e igualmente de los trabajos de decenas de autores locales (Pró,1989).
10 Acevedo publicó 6 artículos; otros dos profesores escribieron 3 textos cada uno (Pedro Martínez y Rosa Zuluaga) y los demás, entre 1 o 2.
11 principios de la década de 1950, Comadrán Ruiz, primero, y Acevedo, después, realizaron estudios de posgrado en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla (España), aunque solo se doctoró el segundo. Poco después Pedro S. Martínez fue a España donde también se doctoró. El mencionado instituto fue creado en 1942 y pronto se convirtió en epicentro de los estudios americanistas, siendo su cercanía al Archivo de Indias un factor clave que incentivó la actividad de investigación en temas de historia colonial. En el seno de la misma se impulsaron, asimismo, dos revistas señeras para los estudios históricos americanistas. La primera fue el Anuario de estudios americanos, vigente en la actualidad, cuya época de mayores vínculos con nuestro país correspondió a las direcciones de Guillermo Céspedes del Castillo y Francisco Morales Padrón. Dicha revista incluyó desde 1954 un anexo dedicado a los estudios historiográficos con el título “Historiografía y Bibliografía Americanistas” en los cuales se incluían publicaciones editadas en territorio americano. Casi en simultáneo, salió a la luz la revista Estudios americanos (publicada entre 1947 y 1961), dirigida por Octavio Gil Munilla (Bernabéu Albert & Varela, 2010).
12 A este respecto corresponde traer a colación lo señalado por Pita González (2021) en relación con la trayectoria de la Revista de historia de América -fundada en 1938 por Silvio Zavala-, publicación caracterizada como un “laboratorio” en el que se formaron generaciones de historiadores por medio del trabajo conjunto de maestros y estudiantes, a través de tareas como la redacción de notas y reseñas (p. 17).
13 En el nº 29-30 (1989-1990) se publicaron 11 artículos de historia americana y argentina en dos tomos (primera y segunda sección).
14 Una semblanza de esta docente e investigadora ha sido presentada por Ferraro (2018).
15 En realidad, en ningún número de la revista se informa sobre primera o segunda época. Liliana Ferraro explica que la primera época correspondería al periodo en que fue dirigida por Acevedo (hasta 1992) y la segunda, durante la dirección de Páramo entre 1993 y 1998 (Entrevista a Liliana Ferraro, 18 de julio de 2022).
16 Entrevista a Adolfo Cueto, 10 de noviembre de 2022.
17 Entrevista a Liliana Ferraro, 18 de julio de 2022.
18 Entre el número 39 (2002) y el 40 (2005) hubo una discontinuidad de dos años, y en 2007-2008 apareció un número bianual, números 42-43. Esto se debió tanto a la debilidad del equipo editorial como, también, a problemas con la aludida Dirección de Impresiones.
19 CAICYT-CONICET: Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica, organismo dependiente del CONICET. Para más información: http://www.caicyt-conicet.gov.ar/sitio/
20 En 1998, el CAICYT elevó al Latindex un primer grupo de revistas para incluirlas en el Directorio. Al año siguiente adhirió a ese sistema y organizó el primer encuentro de editores científicos en el que se presentó el Proyecto Latindex y de SciELO. La evaluación comenzada en 2000 buscó jerarquizar “las revistas de todas las disciplinas que entrarían en el Catálogo de Latindex”. Este se realizó de acuerdo con normas internacionales y parámetros de calidad editorial propios para la región y que contribuyó a que el CONICET tomara la decisión de crear el Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas…” (Flores & Casado, 2015, p. 213).
21 La mayoría de las revistas editadas en América Latina está indexada en Latindex. RedALyC y SciELO incluyen artículos y revistas a texto completo y cuentan con reportes sobre citaciones y colaboraciones internacionales, así como información sobre filiaciones institucionales y perfiles de producción nacionales. Estos portales de revistas son parte de un conjunto de iniciativas con diferentes estrategias de inserción regional e internacional (Beigel & Salatino, 2015).
22 En efecto, como señalan Beigel & Salatino (2015), la indexación en portales (tanto regionales como transnacionales) no implica, necesariamente que las revistas tengan visibilidad y circulación si solo se publican en papel y/o no están disponibles en texto completo.
23 En el sitio (https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame), los números subidos comienzan en el vol. 49 nº 1 de 2014 hasta el actual (vol. 57 nº 1), es decir falta digitalizar buena parte de la colección. Además, hay otra página en la Biblioteca Digital de la UNCuyo (https://bdigital.uncu.edu.ar/app/navegador/?idobjeto=7111), que es anterior y que tiene desde los números 1-2 hasta los números 21-22 (1981-1982) y desde el número 39 (2002) hasta el vol. 54 nº 1
24 La revisión de cada contribución, generalmente en el sistema doble ciego, sigue siendo la más extendida y reconocida, no obstante algunos inconvenientes en su implementación. Rozemblum, Unzurrunzaga, Banzato & Pucacco (2015).
25 La propia trayectoria de la revista atestigua la evolución y prevalencia de distintos tipos de géneros de literatura científico académica según el período de que se trate. Para una tipología de los mismos, véase Torres (2015).

Recepción: 15 Noviembre 2022

Aprobación: 02 Febrero 2023

Publicación: 03 Abril 2023

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